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ꗃ ( capítulo único ) ;
de envidia a declaración
florece un nuevo amor. ! ꔪ

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Después de ver lo felices que se veían sus amigos, un sentimiento de envidia se instaló en su ser. Su papi le había dicho que la envidia no era buena, pero no podía evitar sentir envidia del rubio y, su pareja, el pelinegro.

Él también quería tener un omega para abrazarlo mucho, darle besitos, decirle cosas lindas y amarlo mucho.

Corrección, él no quería a cualquier omega.

Él quería a SeokJin como omega.

Su alfa lo había reclamado desde la primera vez que lo vió, hace un año, comiendo una piruleta. Dios, él era tan bonito desde entonces. Pero, no estaba seguro si el sentimiento era unilateral o correspondido, por lo que no había hecho mucho.

A sus diez años, aún era un alfa tímido y tenía cierto capricho con ese omega que le provocaba sonrojos al nivel de parecer tomate. Aunque, quizás no el único en sonrojarse a ese nivel. Seok se veía demasiado tierno cuando sus mofletes se coloreaban de rosa carmín, ¡deseaba besar mucho esas mejillas!

— Namie, deberías decirle a Jinnie lo que sientes por él. — dijo TaeHyung, coloreando un dibujo que había hecho en clases. — Mírame a mí, le dije a Hobi cuánto me gusta y le regalé un anillo de caramelo que papi compró. — despegó su vista hacia moreno. — Puedes comprarle un anillo también. — alzó sus hombros sin tomarle mucha importancia a la conversación y siguió coloreando su dibujo.

NamJoon analizó las palabras de su amigo, pero él no quería darle un simple caramelo a su omega, él quiere que sea especial. Pero, él se avergüenza hasta con el más pequeño gesto de cariño que Jin le de.

Una misión imposible, jamás podría tener al castaño.

Soltando un bufido, sacó su libreta de dibujos para empezar a garabatear en ella mientras esperaba a que la clase comenzará.

( ♡̸ )

Toc toc.

— Adelante. — dijo la morena, mientras tecleaba algo en su laptop, sin prestar atención a quién entraba.

— Noona, ¿está ocupada? — preguntó el pequeño alfa, entrando y sentándose en la cama de su hermana mayor.

— No, cachorro, ¿necesitas ayuda con tu tarea? — se acerca, con su silla giratoria, quedando frente al menor, viéndolo asentir.

— Me gusta SeokJin, y no sé como poder confesarle lo que siento. — bajó su mirada, un poco decepcionado de sí mismo.

La mayor conocía a Seok desde hace mucho, sabía que su hermanito era amigo de ese omega, sin embargo, no conocía de los sentimientos hacia éste.

— Y si pruebas con una carta, cariño. — animó, levantando el rostro del moreno, sonriéndole con cariño.

Negó. — Una carta es muy cliché.

La morena jadeó sorprendida. — ¿Desde cuándo sabes que es cliché? o tan siquiera, ¿desde cuándo sabes que dar una carta es cliché? — enarcó una ceja, sabiendo el porqué lo decía.

Frecuentemente, NamJoon tomaba sus novelas juveniles para leer.

Sí, tenía diez años, se supone que a esa edad los infantes son demasiado traviesos e inquietos, pero bueno, Joon era un caso especial y en lugar de ensuciarse, prefería escabullirse a la habitación de su hermana, tomar un libro y regresar a su pieza como si nada hubiera ocurrido para disfrutar de una cómoda lectura.

— Aquel día tomé uno de tus libros.

— ¡Lo sabía! — acusó, sonriendo.

— ¡Lo siento!

— Nah, no importa, sabes que puedes tomarlos cuando quieras. — despeinó su cabello, escuchando un gruñido de su parte. — No me gruñas, lobito, o no te ayudo. — el menor bufó. — Así me gusta. — sonrió. — Cómo te decía, puedes hacerle una carta...

— Cliché. — interrumpió.

— Pero no necesariamente tienes que dársela en las manos.

— ¿Cómo?

— A veces pienso que ese cerebro come libros no te sirve de nada.

— ¡Hye noona!

Soltó una carcajada, al continuar dijo; — Está bien, harás esto...

( ♡̸ )

Decir que no se encontraba nervioso, era mentir. Estaba tan nervioso que no tenía puntería, su mano temblaba mucho, aún así, tenía que ver dónde apuntar para acertar y que alguien más no malinterpretará sus sentimientos.

Teniendo el punto perfecto, tiró el avioncito con todas sus fuerzas, viendo como este caía a dos mesas delante de la suya, pegándole al dueño del puesto en la cabeza.

— Auch. — haciendo un adorable puchero, tomó el avioncito, abriéndolo y observando lo que ahí estaba escrito.

SeokJin tenía el avioncito, SeokJin lo estaba leyendo. Dios, podía jurar que se sentía como esas chicas, de los libros, cuando se confiesan al típico capitán de x equipo.

Al terminar de leer, soltó un chillido, para nada masculino, y sacudió con ánimo a su mejor amigo; YoonGi.

— Jin, ¿por qué estás como un tomate? — enarcó una ceja, el mayor no podía tan siquiera hablar, así que le pasó la carta a Min.

Las ansias de NamJoon eran demasiado altas, por lo que prefirió no ver y esconder su rostro entre sus brazos, recostándose en la mesita.

Kim mayor se iba a levantar para poder responderle al menor, sin embargo en ese momento se escuchó entrar a la profesora, quién interrumpió sus planes, dejando un poco -muy- desilusionado al moreno.

( ♡̸ )

— ¡Mimi! ¿Has visto a Nam? — preguntó un poco agitado.

— Uh... Creo que lo ví cerca de la entrada. — apretó la correa de su mochila.

— Gracias Mimi. — abrazó al menor, separándose casi al instante. — Nos vemos mañana. — agitó su mano, perdiéndose entre la multitud de niños.

Debió hablar con NamJoon antes de que el día terminará, lo sabía, pero por tonto lo había dejado pasar. Ahora tenía que encontrarlo, sino no podrá decirlo nunca.

Al llegar a la entrada, observó como el menor empezaba a abandonar la primaria, junto a su hermana. Corriendo lo más que sus piernitas le daba alcance, trato de llegar hasta ellos.

— ¡NamJoon! ¡HyeJin! Espérenme. — gritó, jadeando un poco cansado.

Los alfas, al verle acercarse velozmente (o eso creía Nam, ya que a Hye le parecía adorable), detuvieron su andar. Seok suspiró aliviado al ver esto, apresurando un poco su paso para terminar chocando "accidentalmente" con el moreno, trastabillando y cayendo sobre el menor.

La chica, al ver la posición, comenzó a tomar muchas fotos sobre eso. Hasta que, sin fijarse, el omega tomó los mofletes del alfa, para besar, torpemente, sus bonitos labios por un par de segundos, aunque para ellos fueron minutos.

Al separarse, SeokJin musitó, aún muy cerca de sus labios; — Me gustas mucho, sí quiero ser tu omega, Namu.

De la emoción, llevó sus manitos a las sonrojadas mejillas de Jin, para besar repetidamente sus gorditos labios.

Mientras tanto, la joven HyeJin estaba muy feliz por su hermanito y por el vídeo que había podido grabar, ahora tendría una excusa para molestarlo.

Quizás ahora ya no se quejará por no tener a un omega que mimar, porque después de todo, pudo tener a SeokJin, el lindo omega que su alfa reclamó como suyo, al que le daría muchos mimos y besitos, y al que cuidaría de ahora y hasta el día en el que la diosa Luna los quiera separar.

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ᘗ ›› 🍭 author's note. ⌇

꒰ ayufa, q chuchas es esto.
anygay, espero que les guste. <//3

ᯤ̸ © damadekim.
19/O1/22. ✔

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